miércoles, 19 de septiembre de 2018

XXX Cata de Vinos San Juan Concurso Nacional: “Nuestros valles: tradición y tecnología”

La XXX Cata de Vinos San Juan Concurso Nacional se realizará a fines de octubre en la provincia cuyana, con el leit motiv "Nuestros valles: tradición y tecnología".
Organizada por el Consejo Profesional de Enólogos y el Centro de Enólogos de San Juan, la Ceremonia de Premiación y Cena de Gala del certamen se desarrollará el 27 de octubre.
De la mano de Coviar y del Gobierno de la Provincia de San Juan, por primera vez se presentó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), con la presencia del gobernador Sergio Uñac.
En la actualidad, la Cata, los vinos y el aumento de la tecnología proyectan a San Juan como provincia vitivinícola en un abanico hacia los distintos mercados del mundo.
Cada año, aproximadamente 400 muestras provenientes de provincias vitivinícolas y pertenecientes a más de 100 bodegas, son evaluados por un jurado catador.
En estos 30 años, los vinos premiados incrementaron considerablemente sus ventas en góndola en los días posteriores a conocerse los ganadores de la Cata.
A la Ceremonia de Premiación y Cena de Gala asisten más de 700 personas entre autoridades gubernamentales y del sector vitivinícola, empresarios, bodegueros, enólogos, formadores de precios e invitados especiales.
Si bien la viticultura argentina data de hace más de cuatrocientos años, se desarrolló en gran escala a partir del siglo pasado en distintas regiones y perduró en los valles andinos de las provincias de Salta, La Rioja, San Juan, Mendoza y Río Negro.
La gran amplitud latitudinal, junto a la topografía de los valles andinos incluidos en la misma, condiciona grandes variaciones ecológicas que posibilitan diferenciar áreas agroecológicas donde se cultiva una gran variedad de vides.
Se trata de zonas con inviernos bien marcados, veranos calurosos y buena insolación; y la baja precipitación limita la utilización de riego artificial a partir de ríos o agua subterránea.
Estudios realizados por el INTA permitieron avanzar en el conocimiento de las variedades que implantadas en diferentes zonas han dado como resultado vinos únicos que no reproducen sus características en otras regiones.
En total, la Argentina posee 51 valles, donde trabajan miles de hacedores de la vid que batallan por demostrar el potencial de cada uno de los terruños y de cada una de sus provincias.
A través de los años de desarrollo de la industria y luego de varias crisis que llevaron a la erradicación de miles hectáreas de viñedos, a partir de 1991 las fronteras de Argentina se abrieron para los productores y algunas bodegas se empezaron a modernizar.
Esta etapa se caracterizó por la importación de acero inoxidable para reemplazar las piletas de hormigón, las barricas de roble y nuevas líneas de embotellado y etiquetado.
Además, el intercambio de enólogos e ingenieros agrónomos con distintos países vitivinícolas generó una necesidad de modernizar y adaptar la producción de vinos al mercado internacional.
Debido a la incorporación de tecnología de elaboración, sistema de cultivo, selección de cepaje y nuevos sistemas de comercialización, la industria vitivinícola argentina se ha posicionado en el mercado internacional.
Así, en los últimos años, la industria vitivinícola viene experimentando un desarrollo positivo tanto en el mercado interno como en el externo y desde entonces los vinos argentinos comenzaron a estar en restaurantes y vinotecas de las ciudades más importantes del mundo.
En la actualidad, el vino argentino se produce en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja, Córdoba, Catamarca y en las últimas décadas han comenzado a elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe.

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