Un blend blanco y un rosado, flamantes etiquetas de Kaiken

Kaiken Estate Sauvignon Blanc-Semillón y Kaiken Estate Malbec Rosé, ambas pertenecientes a la última vendimia 2019, son las flamantes etiquetas de la bodega mendocina Kaiken, recién lanzadas al mercado junto al resto de las nuevas cosechas.

"Esta cosecha 2019 se presentó con mayor cantidad de racimos por planta así como con un buen rendimiento y una excelente sanidad, sobre todo las variedades blancas, favorecidas con el clima frío al que estuvieron expuestas durante la mayor parte de su ciclo vegetativo", explicó su enólogo, Rogelio Rabino, a pocos días de haber terminado la vendimia 2019.

La bodega Kaiken posee viñedos en Los Chacayes (Valle de Uco), Agrelo y Vistalba (Luján de Cuyo), donde elabora sus vinos.

Los nuevos Kaiken Estate Sauvignon Blanc-Semillón 2019 (50% Sauvignon Blanc, 50% Semillón) y Kaiken Estate Malbec Rosé 2019 (100% Malbec) son elaborados con uvas de viñedos de Agrelo y se consiguen en vinotecas a un precio sugerido de $294.

Los ya clásicos Kaiken Ultra Malbec 2017 (100% Malbec, de tres viñedos distintos de Vistaflores, Gualtallary y Altamira, todos en el Valle de Uco), Kaiken Ultra Cabernet Sauvignon 2017 (95% Cabernet Sauvignon, 5% Malbec, de Vistalba) y Kaiken Ultra Merlot 2017 (93% Merlot, 7% Cabernet Franc, de Vistalba) se consiguen en vinoteca a un precio sugerido de $576.

El Kaiken Obertura 2016 es un 100% Cabernet Franc elaborado con uvas de Los Chacayes, uno de los más reconocidos micro-terroir en el Valle de Uco, ubicado a 1.350 metros de altura, que se vende en vinotecas a un precio sugerido de $860.
El vino ícono de la bodega, el Kaiken Mai 2016 es 100% Malbec, elaborado con uvas provenientes de viñedos de Vistalba con más de 100 años de antigüedad y muy bajos rendimientos que se caracterizan por su extraordinaria concentración, que se ofrece en vinotecas a un precio de $1.680.
La bodega Kaiken fue creada en 2002 por Aurelio Montes, enólogo y socio fundador de Viña Montes en Chile, quien -como los caiquenes (gansos silvestres) que vuelan sobre la Patagonia, entre la Argentina y Chile- decidió cruzar la cordillera de los Andes para elaborar grandes vinos combinando las condiciones de la zona de Mendoza con el trabajo y talento de profesionales argentinos y chilenos.