El cultivo es ecológico y sustentable: "Todo lo que ingresa a la finca tiene un destino final", explicó el maestro de almazara Alejandro Navarro.
"Uno de los objetivos principales es ser sustentables en todo sentido con una economía circular; nada se desecha", completa.
Por ejemplo, se reutiliza el carozo de la aceituna en energía como aditamento de combustión, lo que reduce la huella de carbono; y firmó un convenio con una empresa para que los desechos sean base alimenticia para ganado.
Además, cuenta con un parque solar para la extracción del agua y el riego por goteo sistematizado para las 440 hectáreas.
Actualmente, la superficie implantada con las variedades Arbequina, Manzanilla, Changlot Real, Frantoio y, desde 2022, Arauco, es de 330 hectáreas y el objetivo terminar de cubrir el espacio restante para 2025.
El 90% de la producción se exporta a granel a España, Portugal, USA, Chile y Brasil; y 10% se comercializa en mercado interno.
Hoy, San Gerardo comercializa su aceite de oliva extra virgen -un blend compuesto en 65% por la variedad Arbequina y 35% restante es Changlot, Arauco y Frantoio, en partes iguales- en presentaciones de 500 y 250 ml.
Hoy, San Gerardo comercializa su aceite de oliva extra virgen -un blend compuesto en 65% por la variedad Arbequina y 35% restante es Changlot, Arauco y Frantoio, en partes iguales- en presentaciones de 500 y 250 ml.
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