"La línea responde a la idea de que los vinos son reflejo de la altura y que nuestros viñedos se adaptan a un suelo, un aire y un cielo único; en ese permanente análisis de las adaptaciones de las plantas, nuestro equipo técnico busca expresiones francas en los vinos", explica José Bahamonde, responsable del desarrollo de la nueva imagen de Andeluna.
Según Bahamonde, "el piedemonte, las laderas, la elevación, la cumbre, marcan el camino de nuestra línea de blends; una altura predomina en cada etiqueta, pero todas se conjugan en un maravilloso mapa de blends de montaña".
Los integrantes de la línea son: Piedemonte Red Blend (Malbec y Cabernet Sauvignon) y White Blend; Ladera Red Blend (Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot) y White Blend (Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés), Elevación Red Blend (Merlot, Malbec y Cabernet Sauvignon) y Cumbre Red Blend (Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot).
"Mediante estos vinos proponemos transmitir nuestra identidad más allá de las características de cada varietal, la idea es captar notas sobresalientes de cada variedad y fundirlas en un todo para lograr plasmar nuestro mensaje que es: lugar, origen, montaña, los andes, nieve, aire, jarilla, piedra, arena, clima, nosotros, sensibilidad, creatividad, arte y conocimiento", afirma el enólogo Manuel González Bals.
Los integrantes de la línea son: Piedemonte Red Blend (Malbec y Cabernet Sauvignon) y White Blend; Ladera Red Blend (Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot) y White Blend (Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés), Elevación Red Blend (Merlot, Malbec y Cabernet Sauvignon) y Cumbre Red Blend (Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Merlot).
"Mediante estos vinos proponemos transmitir nuestra identidad más allá de las características de cada varietal, la idea es captar notas sobresalientes de cada variedad y fundirlas en un todo para lograr plasmar nuestro mensaje que es: lugar, origen, montaña, los andes, nieve, aire, jarilla, piedra, arena, clima, nosotros, sensibilidad, creatividad, arte y conocimiento", afirma el enólogo Manuel González Bals.
Ubicada en Gualtallary, Mendoza, la bodega se encuentra bajo la conducción de la familia Barale, siguiendo principios de responsabilidad y sustentabilidad de los recursos, así como también orientando sus vinos a las tendencias internacionales de consumo.
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