"La bodega está distribuida en cuatro naves, destinadas a la fermentación en acero inoxidable y fudres, y el almacenamiento de vinos en barricas y fudres", explicó el enólogo Adrián Toledo.
Estará dedicada a la microvinificación de partidas seleccionadas de las líneas Los Arcángeles y Los Demonios.
"La bodega cuenta con salas de barricas con control de humedad automatizado, tanques con control de temperatura automatizado y maquinaria de última generación para la vendimia y despalilladoras, lo cual la convierte en una de las más avanzadas y mejores del país", explicó Ridois.
Con más de un centenar de tanques de acero inoxidable y un centenar y medio de fudres de madera nueva de los bosques de Eslavonia en Croacia, de la tonelería Auric, posee una capacidad de producción total superior a 1,2 millones de litros.
"El envejecimiento en fudres garantiza que la madera no enmascare las características del vino, sino que le aporte un componente de sofisticación y el tiempo necesario para que estos grandes vinos argentinos se destaquen a nivel mundial", resaltó Ridois.
Y concluyó: "Nuestro objetivo es mejorar la calidad de los vinos que ya elaboramos y continuar desarrollando nuevas técnicas de vinificación y descubriendo terroirs".
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