domingo, 18 de junio de 2023

Trescha, una experiencia de alta gama en Villa Crespo

Trescha, el restaurante de Villa Crespo del joven cocinero Tomás Treschanski, ofrece un menú de alta gama, una experiencia "sin bordes, con los comensales como protagonistas".
Con técnicas innovadoras y ancestrales, Trescha propone un viaje de 14 pasos (o "momentos") que busca que "los invitados se sientan con la capacidad de asombro de los chicos".
Formado en Le Cordon Bleu (Londres), Treschanski trabajó en Azurmendi (Bilbao), Barrafina (Madrid), Frantzén (Estocolmo), 108 (Copenhague) y Boragó (Santiago de Chile).
En su denominada "Chef Counter", el original restaurante ofrece una propuesta de "fine dinning" para 10 comensales por turno en una barra que rodea a la cocina en su gran salón principal.
Acomodados en sillones, los comensales de cada uno de los turnos (a las 19:15 y las 22:15) están "tête à tête" con los cocineros, entre ellos la souschef Roxana Noboa y el jefe de cocina Lautaro Rodríguez.
Cada plato se marida con un líquido, que puede ser con cócteles sin alcohol, vinos locales o vinos del mundo.
El head sommelier Sebastián Casa y su equipo (entre ellos, la sommelier Pilar Carelli) ofrecen bebidas sin alcohol (destilados, infusiones, jugos y fermentos) y vinos de alta gama nacionales e internacionales.
En la "Test kitchen" se trabaja en "un proceso gradual y constante de prueba y error, donde cada descubrimiento es valioso", explican desde el restaurante.
Allí, se utilizan máquinas innovadoras (rotovaporadora, extractora de aromas, centrifugadora) y  técnicas ancestrales (fermentación). 
Así, en Trescha se elaboran alimentos cristalizados, esferificados, gelizados, espumizados, vaporizados, rostizados, centrifugados, prensados, fermentados y emulsionados.
Cada uno de los pasos del menú es descripto en una tarjeta en la que se explican los ingrediente y la técnica utilizada en su elaboración, que se transforman en souvenir.
Trescha se destaca por su arquitectura y diseño, sin líneas rectas; tramas orgánicas con madera entretejida emulando un nido.
Cuenta con una barra al ingreso y un patio con sillones para el after dinner con café y los petits fours a la salida.
Posee una cava de vinos tintos subterránea en medio del salón, con una escalera caracol que desciende al subsuelo; una cava de vinos blancos; y, en la terraza, una huerta.
Una mención aparte merece la vajilla (de artesanos de la cerámica y el vidrio como Santiago Lena y Teresa Garay) y la cristalería (vasos y copas Riedel Superleggero).

Menú:

- Cóctel de bienvenida de té verde con hinojo y jengibre. 

- Doormen (Entradas): Flores líquidas (esferas de cacao con manzanilla); tartaleta de trigo, puerro y seso; Shiso cristalizado, sésamo negro, praliné de maní y miso de almendras; macarons de zanahoria, brunost, mole de pimientos y berenjena quemada, maridados con un Not Gin Tonic (cinco botánicos infusionados con tónica Sanpellegrino).

- De anchoa a lenguado: Lenguado marinado con gelatina de manzana, puntos de nira y gel de anchoa curada, con un cóctel de almíbar de morrón.

- Ruda Tatín: Nabo cocido en gastrique de naranja sobre una tartaleta de nabo acompañado por un helado de cheddar inglés y ruda de la huerta de Trescha, con Susana Balbo Signature White Blend 2022

- Sale jugoso: Solomillo de cerdo Duroc curado en koji a las brasas, fondo de manitas, ajo y nduja, ajo blanco, uvas encurtidas y aceite de burrito, con cerveza sin alcohol con espuma de burrito.

- Mero nada Asia: Mero a las brasas con curry verde frío, aceite de eneldo, piñones caramelizados y jengibre helado; y cono de zanahoria con tartar de mero, alineado con krein, tamarindo y un soft serve (helado suave) de albahaca, con Doña Paula Altaluvia Riesling 2019

- De Japón a Nepal flan: Flan y lágrimas de coliflor, fondo de rabo reducido y centrifugado, pimienta timut y aceite de almendra fresco, con té rojo chino ahumado

- Como en casa: Bisque de cabezas de langostinos y espuma de azafrán; y ragout de conejo y langostinos con chorizo colorado, mostaza y mandarina. Láminas de pasta y velo de mandarina terminado con espuma de queso robuchon de cabra, fondo de conejo y espinaca (reversión de lasagna) con E's Vino Histeria Blanco de Ánfora 2017

- Un plan de arcilla: Cubos de pata de cordero y lardo bañados en su fondo, salsa royale, puré de echalota y café. Agridoux de arándanos con Lagarde Henry Gran Guarda N°1 2019

- Entre árboles: Sorbete de tomate de árbol y su granita con cedrón, pimienta de Szechuan y vinagre de té.

- Resma de espumas: Sorbete de ciruelas, espuma de Earl Gray, mermelada de kiwi y espelette, granita helada de rosas, hibiscus y huacatay, aceite de abedul, vainilla de Madagascar y jengibre. Con cordial de ciruelas.
 
- No hay calabaza sin oda: Helado de praliné de semillas de calabaza, salsa de jugo de cabalaza reducido y su caramelo, aceite de koji luchensis, crema montada de mascarpone y sólidos de coco. Con vino tardío, dulce natural, Yacochuya Miskilas de Torrontés.

- Nespresso con petits fours

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