Su vinificación es 50% fermentación de racimos enteros y el resto con prensado directo.
Elaborado sin fermentación maloláctica, tiene una crianza de 15 meses en foudres de roble francés sin tostar de 5.000 litros.
"Las uvas provienen de un viñedo ubicado una zona de Gualtallary, un lugar privilegiado", revela el enólogo Juan Pablo Murgia.
Se trata de uvas procedentes de una parcela con suelo arenoso y carbonato cálcico en el fondo.
"Con aromas de cítricos, tomillo silvestre y frutas blancas, en boca tiene una buena estructura y un final crujiente", destaca.
La filosofía de la bodega es trabajar la uva de forma más natural, teniendo en cuenta el suelo y el clima, lo que le da una fuerte identidad a los vinos de Argento.
La filosofía de la bodega es trabajar la uva de forma más natural, teniendo en cuenta el suelo y el clima, lo que le da una fuerte identidad a los vinos de Argento.
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