"El Malbec, despalillado con precisión, se fusiona con el Cabernet Sauvignon, utilizando la mitad del racimo entero y la mitad despalillado en tanques de acero inoxidable de 5000 litros", precisó el enólogo Adrián Toledo.
Según Toledo, "este proceso artesanal garantiza la preservación de los perfiles aromáticos y la riqueza de los sabores".
"Para realzar su complejidad, Pilatos lleva a cabo una fermentación maloláctica en barricas de roble francés de 500 litros, con una crianza de 18 meses", finalizó.
De color rojo intenso, matizado con tonalidades violáceas y tintes rubíes; en nariz, presenta notas de ciruela madura, uva pasa, mora y sutiles matices de café.
En boca, Pilatos se distingue por su frescura, jugosidad y textura sedosa, envolviendo el paladar con carácter distintivo y final persistente.
Como reza su lema: "¿Qué es la verdad?, preguntó Pilatos el día del juicio final…"; desde la bodega proponen descubrir el enigma en este cofermentado de Malbec y "no lo salve ni lo condene, solo disfrútelo".
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