Estos cortes de carne de las razas Angus, Hereford y Wagyu resaltan por su terneza y el proceso de maduración que potencia sus sabores naturales.
A esto se suma la técnica de cocción, donde el fuego lento y el control de temperatura logran ese equilibrio entre jugosidad y sabor ahumado.
Gastón Riveira, fundador de La Cabrera, explicó: "La clave está en la conexión con los productores, en comprender cómo se crían los animales y en dominar las técnicas de maduración y asado".
"En La Cabrera, cada corte que llega a la parrilla tiene una historia, un cuidado especial que garantiza la calidad en cada plato", completó.
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