"Castrelo das Pedras 1836", el nuevo proyecto de los hermanos Durigutti en Galicia
Héctor y Pablo Durigutti visitaron en 2014 en el Ribeiro, en Galicia, y enamorados del lugar descubrieron su enorme potencial vitivinícola al probar sus vinos y conocer la filosofía local.
En 2016 compraron viñedos en la aldea As Bouzas, Castrelo de Miño (Ourense), y una antigua casa de piedra originaria de 1836, alguna vez una pequeña bodega familiar.
Un año después realizaron su primera vendimia y comenzaron la recuperación y restauración de la pequeña casa, típica de la zona y abandonada durante los últimos 50 años, para convertirla en el lugar de guarda de sus vinos y la nueva bodega del proyecto "Castrelo das Pedras 1836".
En ese momento se sumaron el enólogo italiano Attilio Pagli y el empresario y viticultor local Francisco Cernadas.
"Galicia nos deslumbró desde el primer minuto que la recorrimos, con su inmensa historia y tradición viva y la posibilidad de unir nuestra experiencia de este lado del mundo con las raíces del viejo mundo", afirmó Héctor Durigutti.
"La riqueza y la simpleza de este lugar, con sus pobladores y su idiosincrasia, pueblos con un encanto mágico y suelos con un potencial tremendo para poder hacer vinos de alta calidad", agregó.
El proyecto rinde tributo a la labor comunitaria de los minifundios familiares gallegos con una milenaria tradición vitícola.
Pueblos de muy escasos habitantes, pequeñas aldeas de piedras rodeadas de viñedos y vistas atenazadas hacia el cauce zigzagueante del rio Miño, que junto al Avia y al Arnoia definen diferentes valles en la comarca del Ribeiro.
"Este escenario es maravilloso y en lo personal un nuevo desafio para elaborar vinos blancos, algo que siempre cautivó mi atención, a pesar de hacer principalmente vinos tintos en Argentina", explicó Pablo Durigutti.
"Las cepas autóctonas de este lugar nos permiten crecer con nuevas apuestas profesionales, combinando nuestra mirada de áfitera, pero donde nos sentimos como en casa", completó.
Los primeros vinos de "Castrelo das Pedras 1836" son dos claros exponentes de las variedades blancas emblemáticas de Galicia bajo la denominación de origen Ribeiro, aunque el proyecto incluye en un futuro cercano la elaboración de otros vinos del Ribeiro y la Ribeíra Sacra.
Los vinos "Raíces del Miño" nacen bajo el concepto de "vinos de aldea", con una partida limitada de 7199 botellas en total, cosecha 2017.
Se presentan al mercado con un singular Treixadura 100% y un vino corte blanco denominado Cepas Autóctonas que combina cuatro de las uvas tradicionales del lugar; ambos criados en cocciopestos de cemento utilizados para la fermentación sobre lías entre cinco y seis meses.
Héctor y Pablo Durigutti visitaron en 2014 en el Ribeiro, en Galicia, y enamorados del lugar descubrieron su enorme potencial vitivinícola al probar sus vinos y conocer la filosofía local.
En 2016 compraron viñedos en la aldea As Bouzas, Castrelo de Miño (Ourense), y una antigua casa de piedra originaria de 1836, alguna vez una pequeña bodega familiar.
Un año después realizaron su primera vendimia y comenzaron la recuperación y restauración de la pequeña casa, típica de la zona y abandonada durante los últimos 50 años, para convertirla en el lugar de guarda de sus vinos y la nueva bodega del proyecto "Castrelo das Pedras 1836".
En ese momento se sumaron el enólogo italiano Attilio Pagli y el empresario y viticultor local Francisco Cernadas.
"Galicia nos deslumbró desde el primer minuto que la recorrimos, con su inmensa historia y tradición viva y la posibilidad de unir nuestra experiencia de este lado del mundo con las raíces del viejo mundo", afirmó Héctor Durigutti.
"La riqueza y la simpleza de este lugar, con sus pobladores y su idiosincrasia, pueblos con un encanto mágico y suelos con un potencial tremendo para poder hacer vinos de alta calidad", agregó.
El proyecto rinde tributo a la labor comunitaria de los minifundios familiares gallegos con una milenaria tradición vitícola.
Pueblos de muy escasos habitantes, pequeñas aldeas de piedras rodeadas de viñedos y vistas atenazadas hacia el cauce zigzagueante del rio Miño, que junto al Avia y al Arnoia definen diferentes valles en la comarca del Ribeiro.
"Este escenario es maravilloso y en lo personal un nuevo desafio para elaborar vinos blancos, algo que siempre cautivó mi atención, a pesar de hacer principalmente vinos tintos en Argentina", explicó Pablo Durigutti.
"Las cepas autóctonas de este lugar nos permiten crecer con nuevas apuestas profesionales, combinando nuestra mirada de áfitera, pero donde nos sentimos como en casa", completó.
Los primeros vinos de "Castrelo das Pedras 1836" son dos claros exponentes de las variedades blancas emblemáticas de Galicia bajo la denominación de origen Ribeiro, aunque el proyecto incluye en un futuro cercano la elaboración de otros vinos del Ribeiro y la Ribeíra Sacra.
Los vinos "Raíces del Miño" nacen bajo el concepto de "vinos de aldea", con una partida limitada de 7199 botellas en total, cosecha 2017.
Se presentan al mercado con un singular Treixadura 100% y un vino corte blanco denominado Cepas Autóctonas que combina cuatro de las uvas tradicionales del lugar; ambos criados en cocciopestos de cemento utilizados para la fermentación sobre lías entre cinco y seis meses.
"La cosecha 2017 ha sido la primera añada de estos vinos, con una primavera fresca, un verano cálido y una pluviometría de 370 mm/año; a pesar de una helada temprana que arrojó una merma de producción se mantuvieran condiciones de calidad excepcional", asegura Pagli.
Raíces del Miño Cepas Autóctonas 2017 -D.O. Ribeiro- es un blend de blancas compuesto por un 50% de Treixadura, 45% de Albariño, 4% de Godello y solo un 1% de Loureira.
De color amarillo pálido con tonos verdosos, es aromáticamente intenso con notas de cítricos frescos, frutos de carozo, manzana verde y ananá; en paladar, cuerpo medio, algo graso y acidez firme que define su frescura; regusto tropical de final medio.
De color amarillo pálido con tonos verdosos, es aromáticamente intenso con notas de cítricos frescos, frutos de carozo, manzana verde y ananá; en paladar, cuerpo medio, algo graso y acidez firme que define su frescura; regusto tropical de final medio.
Con una partida de 3.339 botellas, 1.512 estarán disponibles en la Argentina a un valor sugerido de $1.400.
En tanto, Raíces del Millo Treixadura 2017 -D.O. Ribeiro- es un vino de la cepa blanca emblemática del Ribeiro, cuyo cultivo se extiende mayormente en las laderas bien orientadas.
De color amarillo pálido con tonos verdosos, en nariz este vino es profundo con notas que recuerdan a flores frescas, manzana verde, peras, damascos y pimienta blanca recién molida; en boca fluye ágil con acidez tensa que define rica frescura, mientras despliega un sabroso matiz frutal; final medio a largo con regusto de frutos frescos.
De color amarillo pálido con tonos verdosos, en nariz este vino es profundo con notas que recuerdan a flores frescas, manzana verde, peras, damascos y pimienta blanca recién molida; en boca fluye ágil con acidez tensa que define rica frescura, mientras despliega un sabroso matiz frutal; final medio a largo con regusto de frutos frescos.
Con una partida de 3.860 botellas, 1.512 llegarán a la Argentina con un valor sugerido de $1.500.
Más información del proyecto y los vinos en www.castrelodaspedras.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario